miércoles, 26 de octubre de 2016

U.T. MOVIMIENTO DE TIERRAS

1.1 EL MOVIMIENTO DE TIERRAS.

Se denomina movimiento de tierras al conjunto de operaciones que se realizan con los terrenos naturales, a fin de modificar las formas de la naturaleza o de aportar materiales útiles en obras públicas, minería o industria.

Las operaciones del movimiento de tierras en el caso más general son:

·         Excavación o arranque.
·         Carga.
·         Acarreo.
·         Descarga.
·         Extendido.
·         Humectación o desecación. Compactación.
·         Servicios auxiliares (refinos, saneos, etc.).
Los  materiales  se  encuentran  en  la  naturaleza  en  formaciones  de  muy  diverso  tipo,  que  se denominan bancos, en perfil cuando están en la traza de una carretera, y en préstamos fuera de ella. La excavación consiste en extraer o separar del banco porciones de su material. Cada terreno presenta distinta dificultad a su excavabilidad y por ello en cada caso se precisan medios diferentes para afrontar con éxito su excavación.

Los productos de excavación se colocan en un medio de transporte mediante la operación de carga. Una vez llegado a su destino, el material es depositado mediante la operación de descarga. Esta puede hacerse sobre el propio terreno, en tolvas dispuestas a tal efecto, etc.

Para su aplicación en obras públicas, es frecuente formar, con el material aportado, capas de espesor aproximadamente uniforme, mediante la operación de extendido.

De acuerdo con la función que van a desempeñar las construcciones   hechas con los terrenos naturales aportados, es indispensable un comportamiento  mecánico adecuado, una protección frente a la humedad, etc. Estos objetivos se consiguen mediante la operación llamada compactación,   que debido a un apisonado enérgico del material consigue las cualidades indicadas.

A través de los sucesivos capítulos del libro se expondrán las distintas operaciones que comporta el movimiento de tierras, prestando atención a la maquinaria que actualmente se emplea, sus ciclos de trabajo y producciones, con ejercicios y casos prácticos.






1.2 OBJETO DEL CAPITULO.

El estudio de los cambios de volumen tiene interés porque en el proyecto de ejecución de una obra de movimiento de tierras, los planos están con sus magnitudes geométricas, y todas las mediciones son cubicaciones de m3  en perfil y no pesos, ya que las densidades no se conocen exactamente.   Los terraplenes  se abonan por m3 medidos sobre los planos de los perfiles transversales.

Los materiales provienen de industrias  transformadoras, graveras, canteras, centrales de mezclas, o de la propia naturaleza. En este caso el material ha sufrido transformaciones,  y ha pasado de un estado natural en banco o yacimiento a un perfil, mediante las operaciones citadas anteriormente.

En  las  excavaciones  hay  un  aumento  de  volumen  a  tener  en  cuneta  en  el  acarreo,  y  una consolidación y compactación en la colocación en el perfil.

En los medios de acarreo hay que considerar la capacidad de la caja en volumen y en toneladas, y elegir la menor de acuerdo con la densidad.

1.3 CAMBIOS DE VOLUMEN.

Los  terrenos,  ya  sean  suelos  o  rocas  más  o  menos  fragmentadas,  están  constituidos  por  la agregación de partículas de tamaños muy variados. Entre estas partículas quedan huecos, ocupados por aire y agua.

Si mediante  una acción  mecánica  variamos  la ordenación  de esas partículas, modificaremos así mismo el volumen de huecos.

Es decir, el volumen de una porción de material no es fijo, sino que depende de las acciones mecánicas a que lo sometamos. El volumen que ocupa en una situación dada se llama volumen aparente.

Por esta razón, se habla también de densidad aparente, como cociente entre la masa de una porción de terreno, y su volumen aparente:

El movimiento de tierras se lleva a cabo fundamentalmente mediante acciones mecánicas sobre los terrenos. Se causa así  un cambio de volumen aparente, unas veces como efecto secundario (aumento del volumen aparente mediante la excavación) y otras como objetivo intermedio para conseguir la mejora del comportamiento  mecánico (disminución  mediante apisonado).

En la práctica se toma como referencia 1 m3 de material en banco y los volúmenes aparentes en las diferentes fases se expresan con referencia a ese m3 inicial de terreno en banco.


La figura 1.2 representa la evolución del volumen aparente (tomando como referencia 1 m3  de material en banco), durante las diferentes fases del movimiento de tierras.
 Mientras no se produzcan pérdidas o adición de agua, una porción de suelo o rocas mantendrá constante el producto de su densidad aparente por su volumen aparente, siendo esta constante la masa
de la porción de terreno que se manipula.

Va x da = M

En el movimiento de tierras esta limitación se satisface muy pocas veces (evaporación, expulsión de agua durante el apisonado, adición de agua para facilitar el apisonado, etc.), por lo que la ecuación anterior no es de aplicación general.

En adelante se entenderá que los conceptos de volumen y densidad se refieren a volumen aparente y densidad aparente, aunque se omita el adjetivo aparente.

1.4 ESPONJAMIENTO Y FACTOR DE ESPONJAMIENTO.

Al excavar el material en banco,   éste resulta removido con lo que se provoca un aumento de volumen.
Este hecho ha de ser tenido en cuenta para calcular la producción de excavación y dimensionar adecuadamente los medios de transporte necesarios.

En todo momento se debe saber si los volúmenes de material que se manejan corresponden al material en banco (Banco, bank, B) o al material ya excavado (Suelto, loose, S).

FW : factor de esponjamiento (swell)

VB : volumen que ocupa el material en banco

VS : volumen que ocupa el material suelto

dB : densidad en banco

dS : densidad del material suelto.

Se tiene que:

M = dS x VS = dB x VB

El factor de esponjamiento es menor que 1. Sin embargo si en otro texto figura otra tabla con factores mayores que 1, quiere decir que están tomando la inversa, o sea F´ = VS / VB y si se desean emplear las fórmulas expuestas aquí, deben invertirse.

1.5 CONSOLIDACION Y COMPACTACION.

Las obras realizadas con tierras han de ser apisonadas enérgicamente para conseguir un comportamiento mecánico acorde con el uso al que están destinadas. Este proceso se conoce genéricamente como compactación y consolidación del material (Shrinkage).

La compactación ocasiona una disminución de volumen que ha de tenerse en cuenta para calcular la cantidad de material necesaria para construir una obra de tierras de volumen conocido.

Se denomina factor de consolidación a la relación entre el volumen del material en banco y el volumen que ocupa una vez compactado.

1.6 VALORES DEL ESPONJAMIENTO Y SU FACTOR.

En cada caso concreto conviene estudiar los valores de Fw, Sw, para poder calcular con exactitud los cambios de volumen que va a experimentar el material en las distintas operaciones.

Tabla 1.1 Densidades del material en banco y suelto, para los casos más frecuentes del movimiento de fierras

Al dimensionar los medios de transporte habrá de tenerse en cuenta no solo la capacidad (m3) que cada vehículo tiene, sino considerar  su carga máxima. Para no sobrepasarla  es necesario conocer la densidad del material que se transporta.

En la tabla 1.1 se exponen las densidades del material en banco y suelto, para los casos más frecuentes del movimiento de fierras. Respecto al transporte, ha de considerarse la densidad del material suelto.

1.7 CONSIDERACIONES PRÁCTICAS EN EL EXTENDIDO DE CAPAS.

La compactación en obra se realiza sobre capas de material, previamente extendido, que se conocen con el nombre de tongadas.

El efecto de la compactación  sobre la tongada  se refleja exclusivamente  en la disminución de altura, puesto que sus dimensiones horizontales apenas varían.

En la figura 1.4 se observa como al compactar una tongada de material (capa rayada en el dibujo), su anchura a y su longitud l no varían, mientras que su espesor hL  pasa a ser, por efecto de la compactación, hC.

Por lo anterior queda claro que el cambio de volumen del material está fielmente reflejado en el cambio de altura de la tongada.

Habida cuenta que el proyecto constructivo fija la altura de tongada en perfil, o sea después de la compactación hC, conviene conocer la relación entre hC y hL para extender las tongadas con el espesor hL adecuado.

Se denomina disminución  de espesor a la relación entre la diferencia de espesor producida por la

ECUACION DEL MOVIMIENTO

2.1 OBJETO DEL CAPITULO.

El objeto de este capítulo es la determinación de la velocidad de traslación a la que pueden funcionar las máquinas de movimiento de tierras durante su trabajo. Para dicho cálculo será necesario conocer las características de la máquina (peso, potencia) y las del terreno sobre el que se desplaza y su pendiente.

En este capítulo se estudiarán los tipos de tracción de las máquinas y los tipos de resistencia al movimiento.

2.2 ESFUERZO TRACTOR.

2.2.1 TRACCION DISPONIBLE.


Una máquina dispondrá de una potencia para desplazarse producida por el motor (unidad motriz) y que se aplicará en las ruedas motrices mediante la transmisión. Al esfuerzo, producido por el motor y la transmisión,  se  denominará  tracción disponible o esfuerzo de tracción a la rueda, siendo ésta el diámetro total del neumático,  o en el caso de cadenas el diámetro  de la rueda cabilla  (rueda motriz). La definición de esta tracción es, por tanto, la fuerza que un motor puede transmitir al suelo.

El rendimiento de la transmisión, también llamado eficiencia mecánica, es la relación entre potencia que llega al eje motriz y potencia del motor. Los valores más comunes se encuentran entre el
70% y el 85%.

2.2.2 TRACCION UTILIZABLE.

La máquina en función de su peso dispondrá de una fuerza determinada que se llama tracción utilizable. Esta tracción depende del porcentaje del peso que gravita sobre las ruedas motrices, que es él útil para empujar o tirar del vehículo, y de las superficies en contacto, especialmente área, textura y rugosidad, tanto de las ruedas motrices como del suelo.

Para calcular la tracción utilizable se ha de multiplicar el peso total que gravita sobre las ruedas motrices por el factor de eficiencia a la tracción o coeficiente de tracción, cuyos valores más comunes se encuentran en la tabla 2.1.

2.3 BALANCE ENTRE TRACCIÓN DISPONIBLE Y TRACCIÓN UTILIZABLE



Una vez estudiados los tipos de tracción habrá que ver el movimiento del vehículo. Dicho movimiento se basa en la reacción de sus ruedas o cadenas sobre el terreno, al cual le transmite el esfuerzo TD que produce el par motor.

Si el esfuerzo de tracción TD  es mayor que el esfuerzo máximo de reacción del terreno TU  se produce el deslizamiento, por lo que las ruedas patinan y la máquina avanza menos o puede llegar a detenerse.

Por el contrario  cuando  TU  es mayor que TD  hay adherencia entre ruedas y suelo y el vehículo avanza correctamente.


De todo lo anterior se deduce que de nada sirve que una máquina tenga un grupo propulsor muy potente (que desarrolla mucha tracción disponible), si no tiene el peso suficiente para conseguir un esfuerzo tractor (tracción utilizable). Por lo tanto, uno de los criterios de elección de una máquina de movimiento de tierras es el de elegir máquinas con un equilibrio entre el grupo motopropulsor y el peso de la misma. Se entiende por grupo motopropulsor el conjunto de motor y órganos de transmisión con sus reductoras.

SECCIONES TRANSVERSALES

GENERALIDADES

El diseño geométrico de la sección transversal, consiste en la descripción de los elementos de la carretera en un plano de corte vertical normal al alineamiento horizontal, el cual permite definir la disposición y dimensiones de dichos elementos, en el punto correspondiente a cada sección y su relación con el terreno natural.

La sección transversal varía de un punto a otro de la vía, ya que resulta de la combinación de los distintos elementos que la constituyen, cuyos tamaños, formas e interrelaciones dependen de las funciones que cumplan y de las características del trazado y del terreno.

El elemento más importante de la sección transversal es la zona destinada a la superficie de rodadura o calzada, cuyas dimensiones deben permitir el nivel de servicio previsto en el proyecto, sin perjuicio de la importancia de los otros elementos de la sección transversal, tales como bermas, aceras, cunetas, taludes y elementos complementarios.

Constituyen secciones transversales particulares, las correspondientes a los puentes y pontones, túneles, ensanches de plataforma y otros.

En zonas de concentración de personas, comercio y/o tránsito de vehículos menores, maquinaria agrícola, animales y otros, la sección transversal debe ser proyectada de tal forma que constituya una solución de carácter integral a tales  situaciones extraordinarias, y  así  posibilitar, que  el  tránsito por  la carretera se desarrolle con seguridad vial.




Elementos de la sección transversal

Los elementos que conforman la sección transversal de la carretera son: carriles, calzada o superficie de rodadura, bermas, cunetas, taludes y elementos complementarios (barreras de seguridad, ductos y cámaras para fibra óptica, guarda vías y otros), que se encuentran dentro del Derecho de Vía del proyecto. En las Figuras 304.01 y 304.02, se muestra una sección tipo a media ladera para una autopista en tangente y una carretera de  una calzada de dos carriles en curva.




Figura 304.01

Sección transversal tipo a media ladera para una autopista en tangente




Calzada o superficie de rodadura

Parte de la carretera destinada a la circulación de vehículos compuesta por uno o más carriles, no incluye la berma. La calzada se divide en carriles, los que están destinados a la circulación de una fila de vehículos en un mismo sentido de tránsito.

El número de carriles de cada calzada se fijará de acuerdo con las previsiones y composición del tráfico, acorde al IMDA de diseño, así como del nivel de servicio deseado. Los carriles de adelantamiento, no serán computables para el número de carriles. Los anchos de carril que se usen, serán de 3,00 m, 3,30 m y 3,60 m.

Se tendrán en cuenta las siguientes consideraciones:

En autopistas: El número mínimo de carriles por calzada será de dos. En carreteras de calzada única: Serán dos carriles por calzada.

Ancho de la calzada en tangente

El ancho de la calzada en tangente, se determinará tomando como base el nivel de servicio deseado al finalizar el período de diseño. En consecuencia, el ancho y número de carriles se determinarán mediante un análisis de capacidad y niveles de servicio.
En la  Tabla  304.01, se indican los valores del ancho de calzada para diferentes velocidades de diseño con relación a la clasificación de la carretera.
Notas:

a)   Orografía: Plano
1), Ondulado 
(2), Accidentado 
(3), y Escarpado 

b)   En carreteras de Tercera Clase, excepcional mente podrán utilizarse calzadas de hasta 5,00 m, con el correspondiente sustento técnico y económico

En casos particulares, la vía materia de diseño puede requerir una sección transversal que contenga elementos complementarios, tales como barreras de seguridad u otros, en cuyo caso, se contemplará los  anchos  adicionales  que  requiera  la  instalación  de  dichos elementos.

Ancho de tramos en curva

A los anchos mínimos de calzada en tangente indicados en la  Tabla

se  adicionaran  los  sobre anchos  correspondientes a  las curvas, de acuerdo a lo establecido en el  tópico 302.09.

Bermas

Franja longitudinal, paralela y adyacente a la calzada o superficie de rodadura de la carretera, que sirve de confinamiento de la capa de rodadura y se utiliza como  zona  de  seguridad para  estacionamiento de  vehículos  en  caso  de emergencias.

Cualquiera sea la superficie de acabado de la berma, en general debe mantener el mismo nivel e inclinación (bombeo o peralte) de la superficie de rodadura  o  calzada,  y  acorde  a  la  evaluación  técnica  y  económica  del proyecto, está constituida por materiales similares a la capa de rodadura de la calzada.

Las autopistas contarán con bermas interiores y exteriores en cada calzada, siendo las primeras de un ancho inferior. En las carreteras de calzada única, las bermas deben tener anchos iguales.

Adicionalmente, las bermas mejoran las condiciones  de funcionamiento del tráfico y su seguridad; por ello, las bermas desempeñan otras funciones en proporción a su ancho tales como protección al pavimento y a sus capas inferiores, detenciones ocasionales, y como zona de seguridad para maniobras de emergencia.

La función como zona de seguridad, se refiere a aquellos casos en que un vehículo se salga de la calzada, en cuyo caso dicha zona constituye un margen de seguridad para realizar una maniobra de emergencia  que evite un accidente.

Inclinación de las bermas

En las vías con pavimento superior, la inclinación de las bermas, se regirá según la  Figura 304.03 para las vías a nivel de afirmado, en los tramos en tangente las bermas seguirán la inclinación del pavimento. En los tramos en curva se ejecutará el peralte, según lo indicado en el  Artículo 304.04.05.

En el caso de que la berma se pavimente, será necesario añadir lateralmente a la misma para su adecuado confinamiento, una banda de mínimo 0,5 m de ancho sin pavimentar. A esta banda se le denomina sobre ancho de compactación (s.a.c.) y puede permitir la localización de señalización y defensas.

En el caso de las carreteras de bajo tránsito:

•   En los tramos en tangentes, las bermas tendrán una pendiente de
4% hacia el exterior de la plataforma.

•   La  berma  situada  en  el  lado  inferior  del  peralte,  seguirá  la inclinación de éste cuando su valor sea superior a 4%. En caso contrario, la inclinación de la berma será igual al 4%.

•   La berma situada en la parte superior del peralte, tendrá en lo posible, una inclinación en sentido contrario al peralte igual a 4%, de modo que escurra hacia la cuneta.

La  diferencia algebraica entre  las  pendientes transversales de  la berma superior y la calzada será siempre igual o menor a 7%. Esto significa que cuando la inclinación del peralte es igual a 7%, la sección transversal de la berma será horizontal y cuando el peralte sea mayor a 7% la berma superior quedará con una inclinación hacia la calzada, igual a la del peralte menos 7%.

Bombeo

En tramos en tangente o en curvas en contra peralte, las calzadas deben tener una inclinación transversal mínima denominada bombeo, con la finalidad de evacuar las aguas superficiales. El bombeo depende del tipo de superficie de rodadura y de los niveles de precipitación de la zona.

El bombeo puede darse de varias maneras, dependiendo del tipo de carretera y la conveniencia de evacuar adecuadamente las aguas, entre las que se indican:

• La denominada de dos aguas, cuya inclinación parte del centro de la calzada hacia los bordes.

• El bombeo de una sola agua, con uno de los bordes de la calzada por encima del otro. Esta solución es una manera de resolver las pendientes transversales mínimas, especialmente en tramos en tangente de poco desarrollo entre curvas del mismo sentido.

Peralte

Inclinación transversal de la carretera en los tramos de curva, destinada a contrarrestar la fuerza centrífuga del vehículo

Donde:

p: Peralte máximo asociado a
V V: Velocidad de diseño (km/h)
R: Radio mínimo absoluto (m)

F: Coeficiente de fricción lateral máximo asociado a V

Generalmente, resulta justificado utilizar radios superiores al mínimo, con peraltes inferiores al máximo, por resultar más cómodos tanto para los vehículos lentos (disminuyendo la incidencia de f negativo), como para vehículos rápidos (que necesitan menores f).

Transición del bombeo al peralte

En el alineamiento horizontal, al pasar de una sección en tangente a otra en curva, se requiere cambiar la pendiente de la calzada, desde el bombeo hasta el peralte correspondiente a la curva; este cambio se hace gradualmente a lo largo de la longitud de la  Curva de Transición.
Las situaciones mínima y máxima, se permiten en aquellos casos en que por la proximidad de dos curvas, existe dificultad para cumplir con algunas de las condicionantes del desarrollo del peralte.

En curvas de corta longitud o escaso desarrollo, se deberá verificar que el peralte total requerido se mantenga en una longitud al menos igual a V/3,6, expresado en metros (m).

La longitud mínima de transición para dar el peralte, puede calcularse de la misma manera que una espiral de transición y numéricamente sus valores son iguales.

Para pasar del bombeo al peralte en carreteras de calzada única, existen tres procedimientos: El primero consiste en girar la sección sobre el eje de la calzada; el segundo, en girar la sección sobre el borde interior de la calzada; y el tercero, en girar la sección sobre el borde exterior de la calzada. El primer procedimiento es más conveniente, por requerir menor longitud de transición y porque los desniveles de  los  bordes  son  uniformes; los  otros dos  casos  se emplean en casos especiales.

En  autopistas,  el  procedimiento  depende  de  los  anchos  de  las calzadas y separador central; en general, pueden considerarse los siguientes: Cuando se gira la sección total de la carretera sobre el eje de simetría; cuando, el separador central se mantiene horizontal y cada calzada se gira sobre el borde contiguo al separador central; y cuando, se giran las dos calzadas en torno al eje de cada una de ellas.

Desarrollo del peralte entre curvas sucesivas

Para el desarrollo adecuado de las transiciones de peralte entre dos curvas sucesivas del mismo sentido, deberá existir un tramo mínimo en tangente, de acuerdo a lo establecido.



martes, 25 de octubre de 2016

U.T. 4 DISEÑO EN ALINEAMIENTO VERTICAL

CAPITULO 4. DISEÑO EN PERFIL DEL EJE DE LA CARRETERA

El alineamiento vertical está formado por una serie de rectas enlazadas por arcos parabólicos, a los que dichas rectas son tangentes. La inclinación de las tangentes verticales y la longitud de las curvas dependen principalmente de la topografía de la zona, del alineamiento horizontal, de la visibilidad, de la velocidad del proyecto, de los costos de construcción, de los costos de operación, del porcentaje de vehículos pesados y de su rendimiento en los ascensos.

El  alineamiento  vertical  y el  alineamiento  horizontal  deben  ser consistentes  y balanceados, en forma tal que los parámetros del primero correspondan y sean congruentes con los del alineamiento horizontal.  Por lo tanto es necesario que los elementos del diseño vertical tengan la misma Velocidad Específica del sector en planta que coincide con el elemento vertical en estudio.

Lo  ideal  es  la obtención  de  rasantes  largas  con  un  ajuste  óptimo  de  curvas verticales   y   curvas   horizontales   a   las   condiciones   del   tránsito   y   a   las características del terreno, generando un proyecto lo más económico posible tanto en su operación como para su construcción.


4.1.    TANGENTE VERTICAL

4.1.1. Pendiente mínima

La pendiente mínima longitudinal de la rasante debe garantizar especialmente el escurrimiento fácil de las aguas lluvias en la superficie de rodadura y en las cunetas. La pendiente mínima que garantiza el adecuado funcionamiento de las cunetas debe ser de cero punto cinco por ciento (0.5%) como pendiente mínima deseable y cero punto tres por ciento (0.3%) para diseño en terreno plano o sitios donde no es posible el diseño con la pendiente mínima deseable. En la selección de  uno de  los  dos  valores  anteriores  se  debe  tener  en  cuenta  el  criterio  de frecuencia, intensidad de las lluvias y el espaciamiento de las obras de drenaje tales como alcantarillas y aliviaderos.

4.1.2. Pendiente máxima

La pendiente máxima de una tangente vertical está en relación directa con la velocidad a la que circulan los vehículos, teniendo en dicha velocidad una alta incidencia el tipo de vía que se desea diseñar. Para vías Primarias las pendientes máximas se establecen considerando velocidades altas, entre sesenta y ciento treinta kilómetros por hora (60 - 130 km/h). En las vías Terciarias las pendientes máximas se ajustan a velocidades entre veinte y sesenta kilómetros por hora (20 -
60 km/h), en donde la necesidad de minimizar los movimientos de tierra y pobre superficie de rodadura son las condiciones dominantes.

Para  la  selección  de   la   pendiente  máxima   es   necesario   considerar  dos situaciones. La primera,  cuando durante el desarrollo  de  los estudios para la definición  del  corredor  de  ruta,  que  se  llevan  a  cabo  durante  la  Fase  1  del proyecto, se requiere adoptar la Pendiente Media Máxima del corredor (PMmáx), la cual debe estar en consonancia con la Velocidad de Diseño del tramo homogéneo. En la Tabla 4.1 se presentan los valores correspondientes. Ver el paso 7) del numeral 1.3.1.2.1. Actividades dela Fase 1, en el capítulo 1 del presente Manual.

Tabla 4.1. Pendiente Media Máxima del corredor de ruta (%) en función de la Velocidad de Diseño del Tramo homogéneo (VTR)



 La segunda situación está asociada a la selección de la pendiente máxima de una tangente vertical en particular, caso en el que la pendiente máxima es función de la Velocidad Específica de la tangente vertical (VTV). En la Tabla 4.2 se indican los valores de la pendiente máxima permitida, que depende de la categoría de la carretera y la Velocidad Específica de la tangente vertical (VTV).

Tabla 4.2.
Relación entre la pendiente máxima (%) y la Velocidad Específica de la tangente vertical (VTV)


CATEGORÍA DE LA CARRETERA VELOCIDAD ESPECÍFICA DE LA TANGENTE VERTICAL VTV (km/h)

Los valores indicados en la Tabla 4.2, que corresponden a los valores máximos para  una  tangente  vertical,  pueden  ser  aumentados  en  dos  por  ciento  (2%) cuando en una tangente vertical de pendiente máxima se diseñan dos curvas verticales consecutivas, una convexa y la siguiente cóncava o viceversa. Además, no existe segmento recto vertical entre tales curvas verticales consecutivas o lo que es lo mismo, el PTV de la curva anterior coincide con el PCV de la siguiente.

Para ser más explícitos, toda la longitud de la tangente vertical, de PIV a PIV, está cubierta por la rama de salida de la curva vertical anterior y por la rama de entrada de la curva vertical siguiente.

4.1.3. Longitud mínima

La longitud mínima de las tangentes verticales con Velocidad Específica menor o igual a cuarenta kilómetros por hora (VTV ≤ 40 km/h) será equivalente a la distancia recorrida en siete segundos (7 s) a dicha velocidad, medida como proyección horizontal, de PIV a PIV. Las tangentes verticales con Velocidad Específica mayor a cuarenta kilómetros por hora (VTV  > 40 km/h) no podrán tener una longitud menor a la distancia recorrida en diez segundos (10 s) a dicha velocidad, longitud que debe ser medida como proyección horizontal entre PIV y PIV. En la Tabla 4.3 se presentan los valores para diferentes Velocidades Específicas de la tangente vertical (VTV).

Tabla 4.3. Longitud mínima de la tangente vertical

VELOCIDAD ESPECÍFICA DE LA TANGENTE VERTICAL VTV (km/h)

4.1.4. Longitud máxima

4.1.4.1.    Longitud crítica de la tangente vertical

El diseño del eje en perfil de la carretera debe considerar la longitud máxima de la tangente vertical. Este criterio debe ser aplicado en el desarrollo de la Fase 1, cuando se realiza el trazado de la línea pendiente, ya que es fundamental dejar habilitado el corredor para que sea congruente con la pendiente máxima y la longitud crítica de las tangentes verticales.

La longitud crítica de la tangente vertical se define como la máxima longitud en ascenso sobre la cual un camión puede operar sin ver reducida su velocidad por debajo de un valor prefijado. Para establecer éstos parámetros es necesario considerar los siguientes aspectos:

  • Relación peso/potencia del vehículo pesado de diseño.
  • Velocidad media de operación de los vehículos pesados en tramos a nivel de la carretera que se diseña.
  • La velocidad media de operación de los vehículos pesados se estima con base en los resultados del estudio de tránsito y de la geometría de la vía.
  • Pérdida  aceptable  de  velocidad  de  los  vehículos  pesados  en  la  tangente vertical.


Se considera que la Longitud crítica de la tangente vertical es aquella en la que el vehículo pesado seleccionado para el diseño sufre una reducción en su velocidad de veinticinco kilómetros por hora (25 km/h) con respecto a su velocidad media de operación en tramos a nivel de la carretera que se diseña.

El parque de vehículos de carga que circula por las carreteras colombianas, presenta en la práctica, unas características de operación que, en promedio, se pueden asimilar a las siguientes relaciones Peso/potencia:

-    Camiones de chasis rígido (Categoría 2 y Categoría 3): 150 kg/HP.
-    Camiones articulados (Categoría 3S2 y Categoría 3S3): 180 kg/HP.

En la Figuras 4.1 y 4.2 se presentan las curvas de pérdida de velocidad en función de  la pendiente de la  tangente  vertical para los vehículos  con  las relaciones Peso/potencia arriba mencionadas. Con dichas curvas es posible determinar la distancia en la que un vehículo que inicia el recorrido de una tangente vertical pierde veinticinco kilómetros por hora (25 km/h) respecto a su velocidad media de operación en tramos a nivel de la carretera que se diseña. Tal distancia, como ya se manifestó, corresponde a la Longitud crítica.

4.1.4.2.    Pendiente de la tangente vertical siguiente a la de longitud crítica

La pendiente recomendable para que el vehículo pesado alcance a recuperar la velocidad inicial que tenía antes de entrar a la tangente de longitud crítica, es de uno  por  ciento  (1%)  en  una  longitud  igual  o  mayor  a  la  longitud  crítica anteriormente superada.

4.2.    CURVAS VERTICALES

Las curvas verticales son las que enlazan dos tangentes consecutivas del alineamiento vertical, para que en su longitud se efectúe el paso gradual de la pendiente de la tangente de entrada a la de la tangente de salida. Deben dar por resultado una vía de operación segura y confortable, apariencia agradable y con características de drenaje adecuadas.

El punto común de una tangente y una curva vertical en su origen se denomina PCV, y PTV al punto común de la tangente y la curva al final de ésta. Al punto de intersección de dos tangentes consecutivas se le designa como PIV, y a la diferencia algebraica de pendientes en ese punto se le representa por la letra “A”.

4.2.1. Tipos de curvas verticales

Las curvas verticales se pueden clasificar por su forma como curvas verticales cóncavas y convexas y de acuerdo con la proporción entre sus ramas que las forman como simétricas y asimétricas. En la Figura 4.3 se indican las curvas verticales cóncavas y convexas y en la Figura 4.4 las curvas verticales simétricas y asimétricas.

Figura 4.3 - Tipos de curvas verticales cóncavas y convexas

4.2.2. Descripción y cálculo de los elementos geométricos

4.2.2.1.    Elementos geométricos de la curva vertical simétrica

La curva vertical simétrica está conformada por dos parábolas de igual longitud, que se unen en la proyección vertical del PIV. La curva vertical recomendada es la

parábola cuadrática, cuyos elementos principales y expresiones matemáticas se incluyen a continuación, tal como se aprecia en la Figura 4.5.

Figura 4.4 - Tipos de curvas verticales simétricas y asimétricas

Figura 4.5. - Elementos de la curva vertical simétrica

Donde:

PCV:  Principio de la curva vertical.

PIV:   Punto de intersección de las tangentes verticales.
PTV:  Terminación de la curva vertical.
L: Longitud  de  la  curva  vertical,  medida  por  su  proyección horizontal, en metros.

S1: Pendiente de la tangente de entrada, en porcentaje (%).
S2: Pendiente de la tangente de salida, en porcentaje (%).
A:   Diferencia algebraica de pendientes, en porcentaje (%), o sea
E:  Externa. Ordenada vertical desde el PIV a la curva, dada en metros, se determina así:

x: Distancia horizontal a cualquier punto de la curva desde el
 PCV o desde el PTV.

y: Ordenada vertical en cualquier punto, también llamada corrección de la curva vertical, se calcula  mediante la expresión:

4.2.2.2.    Elementos geométricos de la curva vertical asimétrica

La  curva  vertical  asimétrica  está  conformada  por  dos  parábolas  de  diferente longitud (L1, L2) que se unen en la proyección vertical del PIV. Ver 






Figura 4.6. - Elementos de la curva vertical asimétrica

Donde:

PCV:  Principio de la curva vertical.
PIV:   Punto de intersección de las tangentes verticales.
PTV:  Terminación de la curva vertical.
S1:    Pendiente de la tangente de entrada, en porcentaje (%).
S2:   Pendiente de la tangente de salida, en porcentaje (%).
L1:  Longitud  de  la  primera  rama,  medida  por  su  proyección horizontal, en metros.
L2:   Longitud  de  la  segunda  rama,  medida  por  su  proyección horizontal, en metros.

L:   Longitud  de  la  curva  vertical,  medida  por  su  proyección horizontal, en metros, se cumple: L = L1 + L2  y L1 ≠ L2.

A: Diferencia algebraica de pendientes, en porcentaje (%), o sea:
E: Externa. Ordenada vertical desde el PIV a la curva, dada en metros, se determina así:

X1:      Distancia horizontal a cualquier punto de la primera rama de la curva medida desde el PCV.

x2:      Distancia horizontal a cualquier punto de la segunda rama de la curva medida desde el PTV.

y1:      Ordenada vertical en cualquier punto de la primera rama medida desde el PCV, se calcula mediante la expresión:

y2:      Ordenada vertical en cualquier punto de la primera rama medida desde el PTV, su ecuación es:


4.2.3. Determinación de la longitud de la curva vertical

Los criterios para la selección de la longitud de la curva vertical que a continuación se indican son aplicables para las curvas simétricas y asimétricas y son los siguientes:

-    Criterio de seguridad

Establece una longitud mínima que debe tener la curva vertical para que en toda su trayectoria la distancia de visibilidad sea mayor o igual a la de parada (DP). Es pertinente manifestar que en algunos casos el nivel de servicio deseado puede obligar a diseñar curvas verticales que satisfagan la distancia de visibilidad de adelantamiento (Da).

-    Criterio de operación

Establece una longitud mínima que debe tener la curva vertical para evitar al usuario la impresión de un cambio súbito de pendiente.

-    Criterio de drenaje

Establece una longitud máxima que puede tener la curva vertical para evitar que, por ser muy extensa, en su parte central resulte muy plana dificultándose el drenaje de la calzada.

4.2.3.1.    Curva convexa




Longitud  mínima  de  la  curva  vertical  convexa  según  el  criterio  de seguridad

De  acuerdo  con  el  criterio  de  seguridad,  la  longitud  mínima  se  obtiene mediante la aplicación de la Distancia de Visibilidad de Parada (DP). Se presentan dos relaciones entre la distancia de visibilidad (DP) y  la Longitud de la curva (L): Cuando DP  < L y DP  > L. Las ecuaciones que se indican a continuación presentan la longitud de la curva para cada relación, teniendo en cuenta la altura del ojo de conductor sobre la calzada (h1), que es igual a un metro con ocho centímetros (1.08 m), y la altura del obstáculo (h2), que es igual a sesenta centímetros (0.60 m).

Figura 4.7. - Elementos para determinar la longitud mínima de la curva vertical convexa según el criterio de seguridad

-    Cuando DP < L  (ver Figura 4.7):


Donde:

Lmín: A: Longitud mínima de la curva, en metros.

Diferencia algebraica de pendientes, en porcentaje (%).
DP: Distancia de visibilidad de parada, asociada a la Velocidad Específica de la curva vertical (VCV), en metros.
h1: Altura del ojo del conductor, en metros. h1 = 1.08 m.
h2: Altura del obstáculo, en metros. h2 = 0.60 m.

Reemplazando los valores de h1 y h2 se tiene:

-    Cuando DP > L:

Reemplazando los valores de h1 y h2:

Por lo tanto,

De los dos casos anteriores se adopta la ecuación para DP  < L, debido a que genera valores mayores que cubren los valores asociados a DP > L.

El control de la distancia de visibilidad de parada (DP) también se puede hacer mediante el parámetro K, el cual es igual a la relación L/A (distancia horizontal, en metros necesaria para tener un cambio de pendiente de uno por ciento (1%) a lo largo de la curva). Lo anterior se traduce en:

Y utilizando la ecuación adoptada se tiene:

Los valores de Kmín  para curvas convexas se presentan en la Tabla 4.4 para diferentes Velocidades Específicas de las curvas verticales (VCV) de acuerdo con la expresión anterior. Por lo tanto, para obtener la longitud mínima de la curva se emplea la expresión:

Longitud  mínima  de  la  curva  vertical  convexa  según  el  criterio  de operación

La aplicación de este criterio evita el cambio súbito de pendiente y permite que el perfil de la vía en la curva vertical tenga una adecuada estética y apariencia. La longitud mínima de la curva vertical para cumplir con este criterio está en función de la Velocidad Específica (VCV)  y es dada por la siguiente expresión:

Donde:   Lmín:   Longitud mínima según criterio de operación, en metros.

VCV:    Velocidad Específica de la curva vertical, en km/h

Las longitudes de curvas que permiten una distancia de visibilidad de adelantamiento son demasiado grandes comparadas con la aplicación de los controles anteriores y se generan valores que son imprácticos e inusuales. No se recomienda proporcionar distancia de visibilidad de adelantamiento en curvas verticales convexas.

-    Longitud máxima de la curva vertical convexa según el criterio de drenaje

En el punto más alto de la cresta de una curva vertical convexa con pendiente S1 y S2 de diferente signo se tiene un corto tramo a nivel (pendiente = 0%), que dificulta el drenaje longitudinal, para lo cual la AASHTO – 2004 considera que un valor de A igual a cero punto seis por ciento (0.6%) en un tramo de la curva igual a treinta metros (30 m), provee el adecuado drenaje en el sector más plano de la curva.

Para garantizar el drenaje adecuado en la cresta de la curva vertical convexa se debe diseñar la curva con un valor de K menor o igual a cincuenta (50).

4.2.3.2.    Curva cóncava

- Longitud  mínima  de  la  curva  vertical  cóncava  a  según  el  criterio  de seguridad

En las curvas cóncavas, el análisis de visibilidad considera las restricciones que se presentan en la noche y estima la longitud del sector de carretera iluminado hacia adelante, como la distancia de visibilidad. Dicha distancia depende de la altura de las luces delanteras del vehículo (H), para la cual se asume un valor de sesenta centímetros (0.60 m) y un ángulo de divergencia del rayo de luz hacia arriba (  ) respecto al eje longitudinal del vehículo de un

grado (1°). De la misma forma que en las curvas convexas se presentan dos situaciones:

-    Cuando DP < L (ver Figura 4.8)

El conductor y el obstáculo están dentro de la curva y la distancia de visibilidad es menor que la longitud de la curva.

En términos generales, se tiene que:

Donde:

DP: H:

Distancia de visibilidad de parada, en metros.

Altura de los faros delanteros del vehículo, igual a sesenta
centímetros (0.60 m).
α: Ángulo  de  divergencia  de  los  rayos  de  luz  de  los  faros
delanteros. α = 1°.
A: Diferencia algebraica de pendientes, en porcentaje (%).

Reemplazando los valores en la expresión anterior:





Figura 4.8 - Elementos para determinar la longitud mínima de una curva vertical cóncava según el criterio de seguridad

-    Cuando DP > L

Cuando el conductor y el objeto están fuera de la curva, la distancia de visibilidad es mayor que la longitud de la curva. Para H = 0.60, α = 1° y Dp es la distancia de visibilidad de parada, se tiene:

Reemplazando el ángulo α = 1°:

De los dos casos anteriores se adopta la ecuación para Dp < L, debido a que genera valores mayores, que cubren los valores asociados a Dp > L.

Por lo tanto:

De igual forma como en las curvas convexas, se puede determinar el parámetro K:

Los valores de Kmín  para curvas cóncavas se presentan en la Tabla 4.3 para diferentes Velocidades Específicas de las curvas verticales (VCV) de acuerdo con la expresión anterior. Por lo tanto, para obtener la longitud mínima de la curva se emplea la expresión:

- Longitud  mínima  de  la  curva  vertical  cóncava  según  el  criterio  de operación

Se aplica el mismo criterio de las curvas convexas y por lo tanto la longitud mínima de la curva cóncava se expresa por:

Para la distancia de visibilidad de adelantamiento, de paso o de rebase, no es indispensable su cálculo, ya que es posible ver las luces del vehículo que viene en sentido contrario.

-    Longitud máxima de la curva vertical cóncava según el criterio de drenaje

Es necesario controlar la longitud máxima de la curva vertical cóncava para evitar el empozamiento de las aguas superficiales en la batea o punto más bajo de la curva. De acuerdo con este criterio, se debe diseñar la curva vertical cóncava con un valor de K menor o igual a cincuenta (50).

Tabla 4.4.

Valores de Kmín para el control de la distancia de visibilidad de parada y longitudes mínimas según criterio de operación en curvas verticales

(1) La adopción de este valor tiene como finalidad garantizar unas mínimas condiciones de estética a las carreteras, y por consiguiente de comodidad para los usuarios.

4.2.4. Distancia de visibilidad bajo estructuras

La distancia de visibilidad de la vía en sitios de cruce bajo estructuras, debe ser como mínimo la distancia de visibilidad de parada, aunque se recomienda que sea mayor.

Los criterios de diseño en perfil para estos casos son los mismos que se aplican en cualquier otro punto de la vía, excepto en algunos casos donde se presentan curvas verticales cóncavas localizadas en pasos inferiores, como se presenta en la Figura 4.9. Aunque no es frecuente, la estructura inferior (vigas) puede cortar la línea de visibilidad y limitar la distancia de visibilidad a menos que esto se considere en el diseño. En los casos donde se presente la anterior situación por limitaciones impuestas por el requisito del gálibo mínimo, no se puede reducir la distancia de visibilidad por debajo del valor mínimo de parada (DP).

En algunos casos el diseñador debe chequear la distancia de visibilidad disponible bajo un paso inferior, para lo cual se recomienda proveer una distancia de visibilidad igual a la de adelantamiento (Da). Tales chequeos se realizan gráficamente  sobre  el  perfil  de  la  vía,  pero  también  se  puede  recurrir  a herramientas computacionales.




Figura 4.9. – Distancia de visibilidad bajo estructuras

Las expresiones generales para la longitud  de la curva  vertical cóncava  bajo estructuras son:

Caso 1. Distancia de visibilidad mayor que la longitud de la curva vertical (DP > L):

Donde:          L:       Longitud de la curva vertical, en metros.

DP: Distancia de visibilidad de parada, en metros.

A: Diferencia algebraica de pendientes, en porcentaje (%). C:       Gálibo, en metros.
h1:  Altura del ojo del conductor, en metros h2:      Altura del obstáculo, en metros.

Caso 2. 

Distancia de visibilidad menor que la longitud de la curva vertical (DP < L):

Donde: L: DP: Longitud de la curva vertical, en metros. Distancia de visibilidad de parada, en metros.
A: Diferencia algebraica de pendientes, en porcentaje (%).
C: Gálibo, en metros.
h1:

h2: Altura del ojo del conductor, en metros.

Altura del obstáculo, en metros.

Usando como altura de los ojos del conductor (h1) un valor de dos metros con cuarenta centímetros (2.40 m.) correspondiente a la altura para un conductor de camión, y una altura de obstáculo (h2) de sesenta centímetros (0.60 m.) correspondiente a las luces traseras de un vehículo, se obtienen las siguientes ecuaciones:

Caso 1.

Distancia de visibilidad mayor que la longitud de la curva vertical (DP > L):

Caso 2. Distancia de visibilidad menor que la longitud de la curva vert